Washington, 17 jul (Prensa Latina) Aunque los motivos del joven de 20 años Thomas Matthew Crooks para abrir fuego contra el expresidente de Estados Unidos Donald Trump en un mitin de campaña en Pensilvania son desconocidos, no escasean hoy las teorías.
La investigación sigue en curso y el implicado «ya no es una amenaza», está muerto, así que muchas preguntas quedarán sin respuesta acerca de cómo el pistolero pudo atentar contra Trump ante las narices del Servicio Secreto mientras pronunciaba su discurso en Butler, una zona rural de Pensilvania.
Algunos titulares de la prensa hablan de un posible complot de una nación extranjera (al mejor estilo de una película taquillera)
Y en esta búsqueda de responsable emergió una advertencia del Consejo de Seguridad Nacional (NSC por su sigla en inglés) al Servicio Secreto y a la campaña de Trump sobre una presunta amenaza cada vez mayor para Trump proveniente de Irán.
Sin embargo, la República Islámica negó este miércoles tales insinuaciones y calificó de maliciosas las acusaciones que circulan en medios de comunicación estadounidenses.
En un comunicado citado por el sevicio de radio pública NPR, la portavoz del NSC, Adrienne Watson, subrayó: «Como hemos dicho muchas veces, hemos estado siguiendo las amenazas iraníes contra exfuncionarios de la administración Trump durante años, remontándonos a la última administración».
De acuerdo con el texto ello estaría en correspondencia con la supuesta búsqueda de venganza de Irán por el asesinato el 3 de enero de 2020 del alto oficial Qassem Soleimani, víctima de un ataque con drones ejecutado por la fuerza aérea de Estados Unidos, próximo al aeropuerto internacional de Bagdad, Iraq.
Cuatro días después del ataque a tiros que hirió a Trump y a otras dos personas, y dejó un muerto entre los asistentes al rally, el motivo del pistolero sigue sin estar claro.
Lo que sí ha despertado las alarmas es la real amenaza de violencia política en este país, donde, como admitió el presidente Joe Biden, la retórica se ha «calentado» y es «hora de enfriarla».
Biden advirtió que «no podemos permitir que esta violencia se normalice» durante una alocución televisada después del fallido atentado a su rival en Pensilvania.